jueves, 17 de junio de 2010

24 horas sin cerrar los ojos

El mismo día unos días después.

[sí.] la misma camisa una noche antes. la misma noche una camisa después. la misma frase sin apenas parpadear. he contado el tiempo en los ojales abotonados de una camisa. hasta el cuello la noche parecía transcurrir como otra cualquiera. como la distancia que se extiende del rasguño a la muerte. de un tiempo a esta parte (de mi cuerpo): un cuerpo después.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

así que pingoneando...


bel

Querelle dijo...

Bueno, claudia...

Soy Afterpost siendo antoine j. alías. Soy querelle y me escapo a la noche.

Ésta es mi trampa poética. Un latido que se extingue en tu blog.

Querelle dijo...

trasnocho!

Claudia Apablaza: eres un personaje de mi crítica

Ángel Cerviño dijo...

perdón por interrumpir, ...emocionante entrada: el mismo latido un latido después. Merci beaucoup, monsieur Querelle. Saludos

Querelle dijo...

¡Interrupción ninguna! gratísima sorpresa tu comentario, Ángel. Muchas gracias. Bienvenido siempre que quieras (huele a canela incinerada). Abrazo.

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